El miércoles 4, quede para ir con mi aita de pesca. El mismo día también iban Koke el hijo de Fonso con su amigo Iker. Mi aita había quedado con ellos en la lonja para darles un bote de macizo, pero al final marchamos todos juntos.
Primera parada, como casi siempre, a ver la mar en la playa de la arena. Aquí pudimos comprobar que estaba bella, pero que venía un golpe de vez en cuando. Como no sabíamos bien donde ir marchamos a ver un pesquero que lo puedes ver sin bajarte del coche. Estuvimos tentados de bajar, pero al final marchamos a un pedregal que tenía fichado, pero que por un motivo u otro nunca era el día de ir. A priori tampoco parecía el mejor día, debido a las grandes belladas y luego maretones, pero quise probar.
Camino al pedregal le estuve explicando un poco a Koke las diferencias de pescar en un pedregal a hacerlos en una zona de más calado. Creo que tomo buena nota.
En el pesquero nos dividimos en dos yo con Koke y mi aita con Iker. Nosotros fuimos al pedregal, mientras que mi aita con Iker se quedaron en una zona de más calado que hay antes del pedregal.
Nada más echar las primeras paladas, empezó una actividad frenética. Koke ni se lo creía. Al principio le costó pillar la forma de picar las mojarras, en poco calado, pero luego estuvo muy hábil. Como teníamos las mojarras locas, llame a mi aita para que se acercaran al pedregal. Mi aita e Iker llegaron y se pusieron a la izquierda sacando enseguida peces. Al ir bajando la marea, también bajo la intensidad de la mar y las picadas se hicieron más salteadas.
Sobre las 11:30 el otro equipo recogió y vino donde nosotros .Koke y yo aguantamos un poco más ya que al empezar a subir la marea empezaron a picar más seguidas. Al final mi aita nos dijo que teníamos muchas y que valía por hoy. A regañadientes le hicimos caso y empezamos la dura subida hasta el coche, donde lo pase fatal debido al fuerte calor. Marchamos sobrando bote y medio de macizo de los tres que llevamos.
En la lonja las fotos de rigor, que enseguida volaron en dirección Fonso y Carlos. También para toda la cuadrilla de Koke. Al final, una mañana entretenida a tope, que espero repetir con estos dos fenómenos.