El sábado 26, fuimos casi toda la cuadrilla de pesca, más Juan el chaval de Algorta y Miguel Ángel el amigo de Rubén. Eso sí fuimos separados, por diferentes motivos. Fonso y Ángel se quedaron cerca de casa porque tenían que estar pronto en casa. Mientras que mi aita Miguel Angel y yo salimos a las seis, porque me esperaron a que saliera de trabajar. A Carlos y Juan los mandamos de avanzadilla a las 4:30 de la mañana.La pesca de Ángel y Fonso es la de la entrada anterior. Una muy buena pesca, que nos llegó vía whatsapp a las 10 de la mañana.
Nosotros no fuimos a ver la mar, nos pusimos en contacto con la avanzadillo y nos comentaron que estaba muy pero que muy bella la mar.Fuimos donde ellos pero a mitad de camino nos comentaron que había bajado más gente a la puesta y que habían cogido 24 pero que ya no picaban, por lo que cambiamos de puesta y fuimos a una plataforma distante 700 m de donde estaban ellos.
Enseguida salió pescado primero fuera para luego meterlas en un caño en los pies. Justo en la bajamar desaparecieron las picadas, por lo que nos movimos por toda la puesta pero sin resultados. Cuando empezó a subir la marea volvieron las picadas, muy desperdigadas al principio y de pescado pequeño .En este momento llamo Carlos y nos comentó que no habían cogido más y haber que tal nosotros. Al decirle que alguna salía pero que tampoco era para tirar cohetes decidieron recoger y marchar para casa. Al de poco y con la puesta con más agua entraron mojarras más grandes y más seguidas. No sé si Carlos y Juan lo olieron por que presentaron donde nosotros justo en el momento que más picaban. Entre los cuatro (mi aita hacía rato que había dejado de pescar) fuimos sacado, para acabar pescado en el caño del principio a pulso, solo con la caña de Carlos. Era tirar y mojarra.
Sobre las 12:00 mi aita nos empezó a meter prisa que tenía una comida y que recogeríamos. Muy a regañadientes lo hicimos sobre las 12:30 y marchamos para el pueblo.Al final una mañana entretenida.