Otro día de pesca en un pedregal de poco calado. Esta vez la mar como un plato y pleamar, este pesquero era de los pocos que movía algo. Fui acompañado por Carlos y mi aita. Después de costarnos un poco llegar al pesquero nos pusimos a pescar. Los peces no entraban nada seguido y teníamos que movernos para ir cogiendo uno aquí dos allí para intentar arreglar un poco la cesta. Casi todo el pescado entro tirando un poco fuera.
Aun sobrándonos macizo para las 12:00 recogimos ya que el sol nos castigaba de lleno y además Carlos tenia comida familiar. Si nos habríamos quedado alguna mas habría salido pero yo estaba un poco aburrido de pescar y no me importo nada marchar. Llevo una racha donde no voy muy motivado de pesca y cuando hay que pelear un poco me cuesta mucho, también el sacar fotos.