Al de nada oímos unos ruidos y miramos para arriba y vimos a tres pescadores que bajaban por la escalera y que nos hacían señas. Al principio no caímos quienes eran, pero luego los reconocimos eran Juanjo Ríos, su hijo Juan y Manolo socios de nuestro club.
Después de estar un rato hablando con ellos nos separamos por la zona y nos pusimos a pescar. La zona estaba en buenas condiciones de pesca, igual un poco clara el agua, y con un sol de justicia pero lo peces fueron saliendo a cuentagotas y de un tamaño no muy grande. Entre los 5 nos recorrimos todo la zona y ni por esas.
Hay que decir que Juan con tan solo 14 años pesca muy bien y tiene una afición impresionante, ya que cuando yo estaba bastante aburrido de la pesca, el todavía seguía intentándolo, con el premio de un pez ballesta y algún Sargo mas. A la hora de subir también se nota porque lo que solemos tardar 40 minutos con Juan abriendo camino lo hicimos en unos 25.
Resumiendo un día agradable en buena compañía. Con ganas de repetir, pero para la próxima haber si nos llevan a la puesta que conocen como arrastraculos. Un saludo para los tres.